"¡Que la Congregación ha muerto, Obispo Nectarín!"- vociferó el blasfemo, botando chorros de "Bebida Espirituosa Seca" por la boca-
El Obispo Nectarín sólo lo miraba sorprendido, porque el blasfemo ,mientras más "cortitos" se echaba al "magnate", siempre existía una gota de esperanza en el Botellón. ¡Era inexplicable cómo el licor se pegaba como un chupón en el fondo de cristal! ( Esto es cierto, no estoy webeando, hay testigos contestes de lo que relato)
El Obispo Nectarín trató de detenerlo, pero el blasfemo que vomitaba espuma etílica por las "9 puertas del hombre", arrancó con el Botellón gritando "a todo tarro" y por todo el salón oval del Templo Central que había que armar el cajón y que iría , ahora mismo, al taller del Milodón , a buscar las herramientas necesarias pa comenzar la faena fúnebre.
Así , desgraciadamente, estaban las cosas en la Congregación y el Obispo Nectarín rogaba al cielo que Llavhé se expresara de alguna manera y que diera alguna señal a las ovejas descarriadas. El evangelio apócrifo de Saint Judes Webeus no decía nada al respecto y aparecía con unas cuántas hojas faltantes que, para variar, nadie sabía de su paradero, ni mucho menos quién las había arrancado.
La palabra exacta era extravío, ya que cada uno andaba por una vereda distinta. Muchos decían en forma lapidaria que la magia se acabó, que de "Jolgorios no sólo vive el ser humano", que ya el Gargolario está pelado y las bestias aladas quizás dónde andan revoloteando. Todo era un silencio molesto, patas parriba, ni siquiera el cassette con los "cantos de los Santísimos Beodos" lograban reunir al rebaño.
¿ Cómo ser un buen Pastor para acarrear a estas ovejas ? ¡No existían respuestas ni siquiera en la roca más alta de la Montaña Clitoriana! Zeus estaba de hace rato sacándole brillo a su corona de rayos láser para ingresar al Templo y tomar las riendas de este credo a la deriva y lo sorprendente es que a nadie ya le importaba lo que sucediera de hoy en adelante con la Congregación, a pesar de que la Hermana Gundeep hacía meditaciones hasta dos metros sobre el nivel del suelo para encontrar las fallas y encontrar las conexiones que faltan. De vez en cuando el Obispo acudía al Templo Metafísico para tener conversaciones del alma con la Gundeep que, con sus grandes ojos espirituales, sólo le brindaba el apoyo logístico a su Obispo Nectarín. "No, no había caso, todo es cíclico -le decía el Obispo a la Gundeep- es triste, pero todo es cíclico en este mundo y a esta Congregación le tenía que llegar la hora. Es así no más, escrito está y, precisamente, créame Hermana, nada de esto sale en el Evangelio Apócrifo de Saint Judes Webeus (Y el Obispo lo hojeaba de pé a pá, como si buscase algún salmo etílico salvador ) Pero mire, mire Hermana Gundeep, esta weá de librito sagrado sólo se refiere al comienzo, de cómo realizar las liturgias, de las reglas de la " Cultura Chupística", del mito tras el último sorbo de la "Bebida Espirituosa Seca",pero nada dice de lo que nos está sucediendo"....Abatido se fue el Obispo por la calle bebiéndose , de vez en cuando, un sorbo de su petaca particular de "Ron Purgatorio". Llegó al Templo Central y la Virreyna estaba en las bodegas juntando las botellas vacías de "Ron Purgatorio" para cambiarlas por unas cuántas rupias para seguir reparando el Templo Central que quedó como un acordeón, después del terremoto. Se abrazaron y ella entendió todo. "Espero que lo nuestro no sea cíclico – le dijo todo trágico ,el Obispo Nectarín a su Virreyna- Ella lo miró reprobadoramente, lo besó y le dijo que no hablara más weás y que se fuera a acostar , porque mañana sería otro día y que debía seguir buscando por los techos de la ciudad a las Gárgolas siniestras.
Todos estaban extraviados. Madamme Love siguió los pasos de la Glamour y también se le perdió el rumbo. Con miles de anillos de corcho en sus dedos cortos, seguía buscando a su Príncipe azul por el mundo. De vez en cuando daba señales de humo para indicarnos sus coordenadas. La Hermana Estrellaluminosa también andaba en las suyas, brillando en otro sitio, lejos de las liturgias oficiales y no oficiales.
Pero sucedió. Si bien es cierto, los Gargolarios estaban pelados , pero era por un motivo ( todas las cosas tienen un motivo) : La Hermana Mona contó todo. Fue Conchalevalechico, él se llevó las Gárgolas. Sí, él se las llevó y las mandó al Trópico de Capricornio. "El amor, muchas veces, hace cosas no racionales" -le dijo la Hermana Mona al Obispo Nectarín- Conchalevalechico necesitaba expresarle a su Barbie Malibú que la echaba de menos y que nisiquiera en el jolgorio extremo lograba calmar esa loca necesidad de tenerla en sus brazos. "Mire Obispo, léalo usted mismo"-le decía la Hermana Mona , recortando con sus manos de tijeras, un trozo de un periódico tropicalísimo-
El Obispo tomó sus anteojos-lupa y leyó el titular : " ASOMBROSA APARICION EN LOS CIELOS DEL TRÓPICO DE CAPRICORNIO DE BESTIAS ALADAS " El Obispo, en el acto, mandó a buscar a patás en la raja a Conchalevalechico que andaba webeando con las manos en los bolsillos por los senderos de la Montaña Clitoriana.
-¿ Qué nos pasó, Conchalevalechico? – preguntó el Obispo, medio engrifado-
Y él, olímpicamente, esquivaba la mirada para evitar dar respuestas y musitaba entre dientes la frase de oro del Compipa: "No pierdas nunca la oportunidad de quedarte callado, no pierdas nunca la opor...".
-"Vamos, lárguela de una vez, por favor y no se arrime a esa frasecita que , hoy, de nada le servirá ¿ Por qué mandaste las gárgolas al Trópico de Capricornio? ¡Sabes que he andado como aweonao saltando de techo en techo, buscándolas! - le reprochó el Obispo Nectarín a Conchalevalechico-
- La echo de menos – a penas dijo, haciendo pucheros de broca cochi-
- .........
- No puedo vivir sin ella, la necesito acá.
- ¿Y crees que las Gárgolas te la van a traer?
- Sé que no – dijo con ojos brillosos- ,pero si sé que las Gárgolas le llevaron un jardín de "nomeolvides" , para que ella entienda todo el amor que le tengo.
- ¡Puta, weón, qué te puedo decir, me cagaste!- le dijo diplomáticamente el Obispo Nectarín, dándole un abrazo de hermandad-
En esos momentos entró la Virreyna con algunos hermanos que estaban sapeando la situación, por ello no fue necesaria palabra alguna. Cada uno echó en una bandeja de plata sus más preciados tesoros particulares: Llave Inglesa donó su vibrador de plata ; el Obispo Nectarín , su petaca de Ron Purgatorio ; La Gundeep donó energías positivas garantizadas; El Compipa donó su pistolita de agua ; la Hermana Mona sus tijeras especiales pa sacar los pelos de aquellas partes prohibidas ; Milodón donó su motito de madera ; Iscariote donó, a regañadientes, su bolsita con 30 Rupias falsas ; Madamme Love unos aritos de fantasía que no había podido encaletarle a nadie; La Doña su látigo favorito ; Zeus su taparrabo color viagra ; La Virreyna su tiara de mini-mini-diamantes....y así...
- Tome, no es mucho – le dijo la Virreyna- pero esto es algo para comprar los pasajes de la Barbie-Malibú en el mejor Terodáctilo y traerla al país.
Conchalevalechico miraba los obsequios con los ojos inyectados en lágrimas y no tenía palabras para agradecer...
"Sólo falta un milagro de Llavhé" , dijo alguien , no sé quién, pero alguien lo dijo. Fue en ese momento que un rayo iluminó la sala oval del Templo Central y apareció una caja tamaño natural, envuelta en papel de regalo con motivos paradisíacos. Tenía colgada una tarjetita que decía: "Para: Conchalevalechico". Lo tuvimos que empujar para que abriera el regalo ( ¡ No todos los días se reciben regalos de las divinidades ¡) Nadie lo podía creer cuando salió de la caja toda vestida de rosado, con su cartera "Shannel " y otros accesorios : ¡¡¡Era Barbie- Malibú, en vivo y en directo!!!
El beso fue apasionado entre ambos, hasta sentíamos cierta incomodidad por las expresiones de cariño y estuvimos a punto de enviar directo a la parejita al Motel Love, pero no fue necesario. ( Compipa, con su pistolita de agua, dio tres disparos al aire , en honor a la felicidad de los enamorados y mojó , sin querer el oxigenado de la Hermana Mona) La Barbie- Malibú tomó el micrófono de la Madamme Love y dijo en su tonito tropical que estaba muy, pero muy dichosa de estar con su Papi y de conocernos a todos.
Alguien dijo por ahí, no sé quién , no estoy seguro, pero se escuchó como un susurro proveniente de algún rincón del Templo Central, no sé cuál rincón, no estoy seguro, pero fue así, doy fe de lo que relato: "Llavhé no andaba muerto, sólo de parranda".
¡Bienvenida Barbie-Malibú!
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