jueves, 29 de abril de 2010

MOTEL LOVE RECARGADO


No sé lo que pasó aquí esta noche, pero lo que pasó, no se nos olvidará fácilmente, dijo Lucía, abotonándose la blusa y revisando que todo, dentro de su cartera, estuviese en su lugar. Yo, aún contrariado y desnudo, comencé a vestirme a la rápida,(tan contrariado estaba que jamás encontré el otro calcetín y me puse el chaleco al revés)Y mientras ella se fue al baño a mirarse al gran espejo decorado con conchas de mar, yo busqué la llave con el numerito fosforescente que nos dieron en la recepción (pasó por mi mente una sonrisa fugaz al recordar cómo tonteamos con el numerito fosforescente aquél) y casualmente mis dedos me los llevé a la nariz y olí el aroma de Lucía, el sello de aquella mujer que en estos instantes desconocía por completo.
Ella llegó y vio a Mauricio en cuatro patas, buscando no sabía qué cosa. Al verlo, tenía sensaciones encontradas: Por una parte le conmovía su actitud de niño y por otra, la encontraba ridícula. Se decía para sí que si él quería comunicarle algo, aquella no era la manera perfecta. No es la manera de ETERNIZAR MOMENTOS, eso es lo que quiero para ti, para mi, me dijo él cubriendo mis ojos hasta llegar a la habitación. “ Uyyyy, Mauricio, me da vergüenza”,- le decía Lucía con voz de niña inocentona– Y él la calmaba, le decía que le iba a encantar, que inauguraríamos el Motel Love , que somos la primera pareja en “dar rienda suelta a su pasión”, como dice el eslogan jajaja. Yo me sentía como una virgen caminando hacia el precipicio,así me sentía.
Mauricio abrió desesperado la puerta de la habitación y me decía que por favor no abriera los ojos, que era una sorpresa.
Cuando abrí los ojos, quedé encantada: Sus cortinas de terciopelo ; los espejos en el techo ; el león de mármol que miraba hacia el camastro del amor; los pétalos de rosa sobre la colcha ; en el velador un extraño botellón acompañado de una gaseosa, con dos copas talladas que decían “Motel Love” y una cubeta de hielo ; el jacuzzi en el centro de la habitación, con una pequeña cascada que caía en él ; el caño luminoso ; la televisión pantalla plana ; el acuario con peces exóticos ; el pequeño equipo de música que tocaba temas romanticones...todo me extasiaba. “No entres aún- me dijo, reteniéndome-” Me tomó entre sus brazos y me llevó a la cama, como si fuésemos recién casados. Cerró la puerta y comenzó a rugir como león. Yo reía por la ocurrencia, mi corazón latía con fuerza COMO EL PRIMER DÍA, tu sabías que no va ser como el primer día, Lucía querida. Todo cambia, desgraciadamente todo cambia, pero el deseo queda y está presente, es cosa de invocarlo. Eso trataba de hacer, de armar frases para decirle, pero no podía articular palabras, no me salían. Sentía que ella estaba esperando que terminase de buscar algo inexistente. No sabía cómo eternizar momentos, no tenía el poder suficiente para hacerlo....creo que había perdido mi varita mágica....
Ella se sentó al borde del Jacuzzi y, al ver que me ocuparía unos minutos más, encendió un cigarrillo “Life” ultra-light . Impaciente comenzó a mover el pie y yo, aún contrariado, sentía el magnetismo del León de mármol que exigía que, con palabras, expresara SENTIMIENTOS, porque los sentimientos no se pueden detener, ni hoy ni ayer ni mañana. Salud, le dije mirándolo a los ojos, escudriñándole el alma. Nos bebimos al seco el trago y sentí, al menos yo, no sé él, que el licor inundaba cada uno de los recovecos de mi interior.
Mauricio notó que Lucía se iluminó por completo, hasta sus largos cabellos tenían un extraño color. Tomé el botellón y leí: RoN PuRgAtoRiO, desde los tiempos de la Colonia instaurando un sentimiento”. Lucía dijo que era primera vez que escuchaba esa marca. Yo asentí con la cabeza. En realidad, no era un adepto al Ron, pero se supone que era el trago de bienvenida ( ¡ Y qué trago de bienvenida!) Ella se fue directo al Jacuzzi a ponerle el tapón y a regular el chorro de agua y yo la seguí y LA ABRACÉ POR LA ESPALDA, quería eternizar el momento, la noche que ya había expirado, ella y yo solos en la habitación rentada del Motel Love. La abrazaba casi hasta asfixiarla, no quería dejarla ir. La tenía inmovilizada.
El día se asomaba fiero por las cortinas y el León exigía que le hablara, que no llorara, que fuese el hombre que ella esperaba, pero aún no me salían las palabras,ME DABA MIEDO que ella anduviese descalza, yendo de la cama al Jacuzzi. Había espuma por todas partes. Entre risas y alzando la copa de Ron Purgatorio le dije que debíamos celebrar por esta relación sin nombre, de la cual no era necesario expresar frases clichés ni exigir telefonazos diarios, ni rendición de cuentas, ni recordar fechas importantes...en fin, salud por esta relación sin nombre . Y nos reíamos como malos de la cabeza al ver el numerito fosforescente que colgaba de la única llave y que destellaba desde el piso lleno de espuma.“Parece que nos indica que debemos hacerlo 35 veces jajaja, no sé si te dará el cuero” Y volví a rugir, como un León en celo, engrifando mis dedos como garras peligrosas y dándole amenazantes zarpazos. Entonces fue que ella se alzó desnuda como estaba, desde el centro del Jacuzzi, mientras yo dejaba que la cascada cayera en mi rostro. Salió como una diosa envuelta en espuma, como si tuviese una túnica que cubría estratégicamente sus senos generosos y su pubis angelical. “Brindo por esta relación sin nombre. Larga vida a nosotros mismos!!! Esta noche, como las anteriores, es sólo nuestra!!!” Y yo reía a carcajadas, porque ella no se había dado cuenta que tenía una incipiente barba de espuma. Parecía un profeta emergiendo del bautismo.
Después de mandarse al seco otro trago de Ron Purgatorio, ella se acercó hacia mi y me mordió el labio para dejarme una señal invisible, con el fin de que la recordara el resto de la semana ( Así me lo susurró al oído) Parece que estaba dando resultados, porque en cada pálpito de dolor, ahí estaba ella. Me daba miedo imaginarme cómo será vivir con aquella señal toda la semana, pero luego la tonta idea la dejé que se esfumara y me entregué fácilmente para que me dejara más señales invisibles en mi piel. Luego, le giré la cabeza con brusquedad, jalándole sus cabellos, y la besé con UNA PASION INCONTROLABLE, sé que si te dejo de abrazar, tomarás el metro, te irás a tu casa y no nos volveremos a ver más. ¿Cómo puedo explicarte, eso mi vida? Llevamos cuatro años cultivando estos encuentros fortuitos, cómplices totales de este amor inentendible para el resto, esa loca necesidad de tenernos el uno al otro, sin cursilerías de ninguna especie. ¿Cómo hacerlo? Siempre creí que estábamos bien así, pero ahora creo que estaba en el error y los errores hay que enmendarlos, debemos enmendarlo, debo enmendarlo. Tu me debes orientar, me debes auxiliar, me debes acercar aún más a ti, debes hacerlo, pero con esta actitud indiferente poco y nada se puede hacer.
El problema era que las frases aquellas no eran capaces de salir de mi boca, por ese motivo me sentía impotente, discapacitado, como si en cualquier momento la pudiese perder para siempre…
Lucía, por otra parte, estaba confundida. Sentía que Mauricio gimoteaba en su hombro, como si tratase que su rostro se fundiese en ella. Era la primera vez que lo veía tan desamparado. ¿QUÉ HACER EN ESTOS CASOS?¿Cómo detener esta pasión sin fecha de caducidad? No había manera, se sentía amada por este hombre y dejaba que la hiciera suya cuántas veces fuese necesario.
Muchas veces cuestionó eso de la palabra “entrega”, pero entendió que la entrega no tiene subtítulos y nace en los sentimientos puros, como el que sentía por Mauricio.
El momento Peak de la noche fue cuando ella le dijo “Te amo”, se atrevió a decírselo, violando el acuerdo tácito que habían firmado con un beso y sexo del bueno, la primera vez que se conocieron. Ambos eran de la idea que los sentimientos no se expresaban con palabras ni orales ni escritas, sino que se expresan en caricias profundas, furtivas, en besos suaves, en besos bruscos, en mordiscos, en abrazos, en cualquier habitación rentada de este Santiago colapsado.
Fue todo extraño. Al decirle “te amo”, cayó rendida en sus brazos. Sintió que de las palabritas aquéllas, salió una llamarada de fuego que inundó, por un momento, como un rayo, toda la habitación. Al león creyó verlo cobrar vida de repente y veía, escritas en el acuario de peces exóticos y en los espejos del techo, te amo, te amo, TE AMO,TE,AMO,TE AMO,TE AMO, UNA Y MIL VECES, mi Lucía, siempre lo he hecho, siempre, siempre, aún antes de conocerte, aún antes de encontrarte en la calle fotografiando los vehículos que pasaban raudos, indiferentes a lo que hacías. Quizás el error fue no decírtelo nunca, quizás ese fue el error, darlo por enterado, pero también debes entender que algo de culpa tienes, porque una relación sin nombre se construye de a dos, no de a uno. “Ya,calma, Mauricio, calma” Y ella, tiernamente, como si fuese una madre, lo trataba de tranquilizar. Es que tengo que decírtelo, tengo esta necesidad, mi vida hermosa, no quiero que esto se acabe, ayúdame a eternizar este momento y multiplicarlo hasta más allá de esta habitación. “YA,CALMA,CALMA, tranquila….¿ Quieres más agua? No hay fuego que te esté quemando, ¿¿ entiendes?? Debe ser el Ron ése, es un trago muy fuerte…Y él la acurrucaba en su regazo, mientras la cascada sonaba en su interior. “ ¡Mauricio, me quemé por ti!” ¿Esto es el amor, este sufrimiento? Y ella lloraba desconsolada y él no sabía qué hacer….Por eso, quizás nos prohibimos a expresar los sentimientos en palabras, quizás por eso lo hicimos, Mauricio. ¡Qué ciegos, fuimos! ¡Ahora entiendo todo el mal que nos causábamos!
Mauricio la calmaba, le decía que se pondría la bata y que ahora mismo iría a reclamar a recepción, por el licorcito ése. Ella le decía que no era culpa del licor, que se quedara con ella, que no la dejara sola. Y fue en ese momento que ella permaneció en un silencio que a Mauricio le puso la piel de gallina: Sabía que en cualquier momento explotaría la bomba. Y fue tal cual, de pronto ella habló, con una voz con un color distinto ( bueno, desde que ella tomó el primer trago de ron, ya tenía un color distinto). “Mauricio, yo sé que me amas, por los códigos que hemos establecido en estos cuatro años de relación, pero jamás me lo has dicho en palabras. Dímelo – exigió Lucía, con una extraña voz dulce – Quiero saber si tu también, al pronunciar un “ te amo”, te quemarás por dentro”.
A él jamás se le pasó por la cabeza que decir te amo pudiese provocar un incendio, sólo son palabras, se decía. El amor sólo existe en la cama y nada más. “ ¡¡¡ Bebe, bébete un trago de ese Ron y dime que me amas!!! Te lo exijo!!! ¡¡Quiero ver si de tu boca salen llamas como de la mía salieron!! Estaba descontrolada y tomó el botellón y me lo pasó. “Está bien, está bien, mi Lucía…si eso te hace feliz, te lo puedo repetir mil veces más para que entiendas que te amo, para que entiendas que si tu me dejas seré una sombra errante buscando tu aroma por esta ciudad, seré un visitante solitario en este extraño Motel que llegó para joderme la existencia. SI ESO TE HACE FELIZ, te lo diré sin detenerme hasta terminar muerto en tus brazos. Lucía, por favor, créeme que de mi boca están saliendo llamas, como cuando me hiciste beber todo el Botellón de Ron Purgatorio.
Ella sólo seguía dándole palmaditas en la espalda, como una madre compadecida de la falta de su hijo.

miércoles, 14 de abril de 2010

YO SOY EL BOLÍGRAFO REBELDE


YO SOY EL BOLIGRAFO REBELDE
Una empresa espiritual sin fines de lucro,
con un patrimonio compuesto
de sentimientos que se defienden solos frente al cruzifijo,
con una eterna tramitación burocrática
para obtener un predio en el paraíso prometido,
…es la razón del por qué me amanezco
preparando blindados alegatos
para enfrentar la Corte de los ángeles caídos.

YO SOY EL BOLÍGRAFO REBELDE
Un decreto interno grabado en el acero fiel e infinito,
Un boleto sin fecha de regreso,
el camino trazado por mi corazón webeta sufrido.


Eso soy, el BOLÍGRAFO REBELDE,
El espermio predestinado
a ser un juglar en un mundo enloquecido,
Del mismo mundo que me devoró
Y me dejó calato
Cuando aún era un pendejo que a penas balbuceaba pasión por algo.

YO SOY EL BOLÍGRAFO REBELDE
y ya no existen temores que impidan concretar mi empresa.
Día a día lanzo una humilde señal al universo
¡ Que queden incrustados mis versos en cualquier estrella olvidada!
No importa, ya nada importa cuando ya sabes de lo que estás hecho.
Porque nadie puede entender de rebeliones
Cuando no te rebelas contra ti mismo.
Porque nadie puede entender de rebeliones
Cuando no se tiene la paciencia y el valor suficiente
de mandarte a la cresta y perdonarte
Cuántas veces sea necesario.
Porque nadie puede entender de rebeliones
Cuando no tienes el coraje suficiente
Para levantarte, sacudirte la ropa
Y continuar tocando el bombo,
Aún cuando tengas las manos agarrotadas,
Aún cuando tengas partidos unos cuantos huesos,
YA NADA IMPORTA CUANDO SABES DE LO QUE ESTÁS HECHO:
YO SOY EL BOLÍGRAFO REBELDE.
Escribo, escribo , sin deberle nada a nadie,
Escribo, escribo, sin deberme nada a mí mismo.