Conchalevalechico estaba extasiado, cuando lo vio en el umbral de la gran puerta del Templo Central. Chillaba como Presidenta del Fans-Club del chupete de fierro y gritaba consignas revolucionarias que asustaron a parte de la Congregación. La Barbie-Malibú miraba a su papacito desde un rincón, mientras la Hermana Mona le teñía el pelo de negro. Cuando Conchalevalechico comenzó a disparar su rifle hacia las más altas vigas del Templo Central, las gárgolas se desesperaron y revolotearon confusas. Eso causó pánico escénico en la hermana estrellaluminosa ( todos sabíamos el temor que le producían los seres alados siniestros) y se abalanzó a los brazos del Iscariote que, aprovechó de apretujarla más y más y poco le importó las miradas asesinas del Gran Compipa que, olvidando la situación,corrió hacia Conchalevalechico para calmarlo con unos certeros cachetazos que desordenaron su impecable copete.
---Pero es él, no lo entiendes,acaso? Nunca estuvo muerto y él nos ayudará a restaurar este alicaído credo.
Fue Llavhé mismo quien nos los envió!!! Mis súplicas fueron escuchadas!!! –decía eufórico Conchalevalechico, mientras el Gran Compipa lo calmaba obligándolo a beber un poco de Ron Purgatorio-
----Si sigues así te tendré que encerrar con el poseído, weón. Cálmate, SOMOS HOMBRES!!! – Le decía el Gran Compipa-
Ahí estaba el extraño con su túnica blanca y su esquelética presencia y su pañuelo en la cabeza, amarrado con un cordón de colores chillones, en el umbral. Su mirada era penetrante ( y eso le gustó mucho al hermano Llave Inglesa) y peligrosa, ya que parecía que registraba hasta el más vergonzoso rincón del alma humana. Dio dos pasos firmes y exigió la presencia de la máxima autoridad. Todos los hermanos y hermanas se miraban entre sí y Zeus quiso tomar la palabra, pero el Iscariote le dijo en señas traicioneras que aún no era el momento. Fue así que Milodón, con su risita de patán, corrió a buscar al Obispo Nectarín que no se había percatado del barullo en la sala oval. Estaba concentrado traduciendo los rollos del mar bien muerto ( Las palabras de Llavhé no debían esperar) Milodón le contó a su Obispo en un dos por tres, lo sucedido. Que de pronto se abrió la puerta del Templo Central, mientras estaban haciendo los preparativos para celebrar el aniversario de la Congregación de los de Llavhé y apareció este extraño hombre y que COnchalevalechico se volvió loco y que la hermana estrellaluminosa se desmayó y que la Madamme Love lo encontró maravilloso y que la Doña tenía ganas de lanzar unos cuántos latigazos en contra del extraño, porque pensaba que ya estaba bueno de aceptar más "cachos" a la Congregación ( lo hizo mirando como si nada al Iscariote ) y que la hermana Mona del puro susto le tiñó sin querer el bigotillo a la Barbie-Malibú y que y que…que la Hermana Gundeep ,en posición de loto, comenzó a desear “SADHAM” para todos y comenzó luego a colgar atrapasueños "DULCEdespertar"en todas las ventanas. Así están las cosas, Obispo, así están las cosas, le decía casi al borde del infarto oral, el Milodón.
El Obispo Nectarín salió detrás del Milodón y llegó a la sala oval del Templo Central y ahí lo vio a èl y èl lo miró fijo, dio dos aplausos certeros y aparecieron de la nada 7 mujeres de ombligos sensuales ,con paños multicolores y monedas que tintineaban al ritmo de sus caderas. Las presentó como sus esposas y comenzó a recitar sus nombres : Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo ( la más trasnochá era la Sábado).El Gran Compipa lo miraba con admiración y su pistolita de agua comenzó a gotear ( Conchalevalechico,con una sonrisa maliciosa, parecía decirte “ ahora entiendes mi alegría,weoncito?”). Por su parte, Llave inglesa se amurró, porque se decía que mejor hubiesen sido 7 fundamentalistas al torsos desnudos y aceitosos, por eso no se quedó y prefirió darse una vuelta en los jardines etílicos. La Hermana Glamour las miraba con reproche, porque no les encontraba ninguna maravilla, mientras la hermana Mente( la hermana siamesa separada al nacer de la hermana Glomour) repetía en forma desfasada lo que la Glamour decía. Toda la semana bailó alrededor del Obispo Nectarín y , ante dos nuevos aplausos del extraño, ellas agacharon sus cabezas y se arrodillaron como fieles mascotas a los pies de los hombres. Luego, el extraño se presentó, se dijo llamar will – Laden y solicitaba asilo y blá,blá,blá….
Hubo un silencio eterno y hasta el poseído dejó de maldecir, pero mentalmente decía el muy maricón “ ahora te quiero ver, Obispo de pacotilla, ahora te quiero ver….”
-- Señor Obispo – le dijo todo respetuoso Will-Laden y no dejándolo de mirar a los ojos--- , le solicito Asilo, porque Llavhé, en el evangelio apócrifo de Saint Judes Webeus…..y el extraño citó y citó con su puntos y comas y de M-E-M-O-R-I-A-, las enseñanzas de Webeus. El Obispo le vino un escalofrío y recordó que aquellos pasajes que recitó Will-Laden eran, precisamente, los que acababa de traducir y, por vez primera, temió que ya era hora del cambio...
No hay comentarios:
Publicar un comentario