domingo, 15 de enero de 2012

DESCLASIFICADO: 30 DE AGOSTO DE 2005


Mi Papi me visita en sueños, volviendo de una guerra antigua en un Chili aún vulnerable. Mi Papi me visita con su uniforme azul y con otros muertos militares en una noche en que los árboles parecen tener pausas. Golpea mi puerta y con los ojos acongojados me dice desesperado que ha estado en Linares acuartelado,quizás explicando el motivo de su ausencia todos estos años. Yo le digo que está muerto, pero no me entiende y por eso se lo grito en su cara, porque al parecer nunca dio con el ascensor celestial para subir a los cielos. Papi, vuelve a tu sitio, no insistas en esta cárcel, es mejor dejar todo tal cual está. A mi y a nadie le debes explicaciones,debes viajar sin detenerte (ahora pienso, en estos precisos momentos, que eso de "Cuántas flores necesitas para que tu alma abrace a Dios", es cierto)

¡Ya tengo 31 años y aún contigo me sobresalto! De todas formas lo que rescato es que en sueños me encuentro con tu temple humano...no sé si me explico...me encuentro con tu coraza terrestre que la había olvidado y esa voz que desapareció el día que la bandera Chilena te cubrió de cuerpo entero.

Este sueño en particular me tiene con un sin fin de sentimientos enfrentados y no entiendo por qué me vienes a decir eso...no sé...quizás por eso volví a mi cuerpo a las cinco de la mañana del treinta de agosto del dosmilcinco,bañado en sudor y a penas pronunciando tu nombre en la quietud de mi habitación.

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